A veces tengo pánico, cuando me doy cuenta del gran poder que tienes sobre mi.

El sentimiento que se me genera al verte, el amor que siento al pensarte, el deseo que se me genera al tocarte, el placer que me genera el acariciarte, el besarte lento, el abrazarte fuerte… Da miedo, ese sensación tan embriagadora de éxtasis de felicidad, de desconexión del mundo y del dolor. En pocos segundos, me tienes completamente a tu merced, completamente en tu poder.

Si te vas, estaría perdido, estaría destruido y lo único que desearía, sería desconectarme del mundo por siempre más, que sentido tendría si tu no estás, si ese placer desapareciera… Sería el fin de mi existencia.

Sería el fin de la esencia.

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