Un fin sin fines,
un desmayo sin enfermedad,
una vida sin felicidad,
una meta sin que culmines.
Miedos sin traumas,
una relación sin pasión,
es una cuenta sin sumas
y miedo sin presión.
Dolores sin una caída,
agobios sin una huida,
desenterrar sin vida.
Espacio sin salida,
entradas al vacío,
flores sin rocío.
JVR.
Llega la noche se deja ver,
la oscuridad me hace estremecer.
La larga espera hace presencia,
el miedo me invade en su ausencia.
El fuego es tenue en la negrura,
el miedo deja paso a la amargura,
ven maga de la luz a reavivar,
el potente fuego que nos hacía vibrar.
Los muertos están bien vivos,
hay enemigos en todos los frentes,
pero los muertos atacan como dementes.
Nunca les he dado motivos,
nadie te amará jamás,
como yo hice sin guardarme nada más.
JVR.
Arráncame mis pensamientos,
llévate mis buenos momentos,
guárdate mis sentimientos,
que yo me quedo mis lamentos.
Baila al son de mis latidos,
trepidantes de sueños cumplidos,
a tu lado eran atendidos,
que yo me quedo los diluidos.
Disfruta de mi alma con vida,
la que sueña sin medida,
la que no teme la despedida,
que yo me quedo la compugida.
Ha sido un buen viaje de ida,
sin temer por héroes caídos,
pero yo ya me he ido, con mis tormentos.
JVR.
El cielo clama tormenta,
el silencio y las miradas explican,
lo que las voces callan,
se avecina una noche sangrienta.
Un relinche en la lejanía,
galopes en el horizonte,
ya vienen por el monte,
los guerreros que más temía.
Los niños lloran desconsolados,
los viejos rezuman resignación,
los jovenes gritan por su salvación.
La muerte con sus esbirros a los lados,
miedo, temor y ansiedad,
atacan siempre sin piedad.
El miedo te ataca, tu defensa es débil,
nunca te quisiste, fuiste siempre el más vil.
La muerte se presenta, guadaña en mano,
has perdido el tiempo, te has quedado cano.
JVR.
Que ya no tiene salida,
no hay lugar a mi medida,
fuera de sitio, fuera de vida,
no importa que me muera,
es como vivir siempre fuera.
Se acabó, estoy desvastado,
me rindo, me echo a un lado.
Un día escribí, declaración de un suicida,
quizás este sea el epílogo,
que ya no me ahogo,
simplemente, estoy asfixiado.
Falta de aliento,
quizás falta de talento,
pero este es mi último lamento.
Defino mi final,
ya que no pude definir mi camino,
no me las doy de divino,
simplemente, la vida me abrió en canal,
no creo que mi propuesta sea tan brutal,
puestos a compararlo,
sería de carácter banal.
Porqué… ¿Para qué negarlo?
No hay colores que en el horizonte divises,
mucha escala de grises,
cercanos al oscuro negro,
viéndolo venir me desintegro.
JVR.
Divertido el creerte importante,
delirante por tu parte,
no eres más que un tonto al volante,
creyéndote que todas quieren besarte.
No te quiero, es lo típico,
tu vida se basa en un quiero y no puedo,
todas mienten, todo es un enredo,
y si no, recuerda instinto básico.
Palabras duras, más dura la vida
si quieres espera a que te despida,
contrato por obra y servicio,
es lo que se lleva con tanto vicio.
Los de tierno corazón,
estamos muriendo de tanto desazón,
muerte lenta y dolorosa,
ante tanta desdicha amorosa.
Que siguen ganando los hipócritas,
de los que luego tanto despotricas,
pero en el momento que atractivo
es solo verle al capullo lo positivo.
JVR
¿Por qué nos empeñamos en amar?
Lo probamos sin cesar,
lo buscamos sin parar,
nos estrellamos y nos atormentamos.
Incesante búsqueda del arca perdida,
lucha constante, ansiedad desmedida,
perdemos el norte, nos perdemos el sud,
cuidamos a otro y perdemos nuestra salud.
Queremos ser amados como cualquiera,
y aceptamos lo que ella quiera.
Dejamos de lado nuestros intereses,
para solo ser sus entremeses.
Que es cierto que solo quiero amar,
pero que triste que solo tenga sal este mar.
He dejado de ver su belleza,
he perdido todo azul por mi torpeza.
Ahora solo, como siempre, me ahogo,
que el azul ha pasado a ser todo oscuro,
perdida de mi ser, malos presagios de futuro,
simples finales, eternos males, mi vida y su epílogo.
JVR.
Delirios transitorios 